"Vaya, aquí tenemos lo que se dice un "matrimonio convencional".
En el primer cuadro, la madre totalmente absorbida por el principio masculino (rojos y amarillos vibrantes, pura pasión), que en este caso la intimidan, la apartan de su lugar, la desplazan pero sin que desaparezca; por eso la mantiene en el lado superior derecho; controlada, dominada y observada, ella se deja hacer. Conscientemente sometida mira hacia otro lado.
En el segundo, ella empieza a aparecer, pero bajo la atenta mirada de él, al que va impregnando de su naturaleza femenina, haciéndole de fondo. Sin moverse de su sitio, lo sostiene sutilmente (el azul, símbolo de la serenidad, la quietud). Apenas percibida, le envía sus mensajes, cotidianos, crípticos, esotéricos, domésticos....
Es evidente que cuando hablo de "él" y "ella" me refiero a los principios masculinos y femeninos de los que todas y todos participamos.
En cualquier caso, ni siquiera en el segundo cuadro se nota un equilibrio entre ambos principios. El masculino siempre domina, con una tremenda carga de control y de protagonismo.
Los cuadros, uno más que otro, producen claustrofobia, sensación de aprisionamiento.
Y no me refiero solo a ella atrapada en la mirada de él, sino también a él atrapado en su necesidad de control y dominio. ¿recuerdas lo que hablábamos en otro momento, sobre la simbiosis maltratador-maltratado?"
OUKE
YA NINGUNO EXISTE
DESAPARECIERON
COMO DESAPARECEN
LAS ILUSIONES EN LOS MORIBUNDOS
COMO DESAPARECE LA LUNA
COMO DESAPARECEN LAS MADRES
LA VIDA
EL CRISTAL FRÁGIL SOBRE EL QUE FUERON PINTADOS
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