LA HORMIGUITA ASESINA

CUANDO LLEGUÉ AL LUGAR TODO ME PARECIÓ MUY EXTRAÑO. APARENTEMENTE ERA UN PARAJE IDÍLICO, UNA HERMOSA PRADERA DE HIERBA VERDE, SALPICADA DE HERMOSOS Y GIGANTESCOS ÁRBOLES QUE DABAN UN FRESCOR MÁS QUE GRATO, Y DE FLORES DE LOS MÁS RADIANTES Y VARIADOS COLORES. TODO EN ÉL INVITABA A TUMBARSE Y DEJARSE RELAJAR POR EL SONIDO DE UNA SUAVE Y AGRADABLE BRISA. TODO, MENOS LA MULTITUD DE CADÁVERES ESPARCIDOS EN TODA SU EXTENSIÓN. ¿QUÉ PODÍA HABER OCURRIDO ALLÍ? ¿CUÁL PODÍA SER LA CAUSA DE TANTAS MUERTES? NO TENÍAN SÍNTOMAS DE VIOLENCIA, NO HABÍA RASTROS DE NINGUNA LUCHA, TODO PARECÍA PLÁCIDO. HASTA LA CARA DE LOS CADÁVERES MÁS RECIENTES MOSTRABAN UNA EXPRESIÓN DE PLACER EN SUS ROSTROS. LA RAZÓN DE TANTA MUERTE EN UN LUGAR TAN LLENO DE VIDA Y TAN DULCE SE ESCAPABA A MI COMPRENSIÓN.
NADA ME PODÍA LLEVAR A LA CONCLUSIÓN  A LA QUE DESGRACIADAMENTE AHORA HE LLEGADO, AHORA QUE YO TAMBIÉN ME ESTOY MURIENDO Y DENTRO DE POCO EMPEZARÉ A FORMAR PARTE DE ESTE EXTRAÑO PAISAJE.
ABSORTO EN MIS RAZONAMIENTOS, EN MIS INTENTOS DE COMPRENDER LO QUE OCURRÍA EN ESTE LUGAR, VI COMO UN PEQUEÑA HORMIGUITA SE ACERCABA A MÍ ENTRE LA HIERBA, Y COMO COMENZÓ A TREPAR POR MIS ZAPATOS, MIS PANTALONES, MI CAMISA. PARECÍA UN SER ENTRAÑABLE, CONMOVEDOR, DE LOS QUE INSPIRAN COMPASIÓN Y TERNURA. COMENZÓ A TREPAR POR MI CUELLO, ACERCÁNDOSE CADA VEZ MÁS A MI OÍDO. TENÍA LA IMPRESIÓN DE QUE QUERÍA DECIRME ALGO Y ASÍ ERA. CONFORME SE ACERCABA COMENCÉ A SENTIR UN VOZ DULCE QUE POCO A POCO IBA ENTRANDO MÁS Y MÁS EN MÍ. ME ESTABA RECITANDO POESÍAS, DULCES POESÍAS DE AMOR, GRATAS POESÍAS DE VIAJES A LUGARES FANTÁSTICOS, HERMOSAS POESÍAS QUE HABLABAN DE BELLAS Y CÁNDIDAS MUJERES. SENTÍA COMO SU VOZ SE EXTENDÍA POR TODO MI CUERPO TRANSMITIÉNDOME UNA PAZ DESCONOCIDA, NOTABA COMO IBA PERDIENDO EL CONTROL DE MIS MOVIMIENTOS, DE MIS PENSAMIENTOS, DE MIS SENTIMIENTOS. ME ESTABA LLENANDO DE ESA VOZ PLÁCIDA QUE ME IBA PARALIZANDO, QUE ME ESTABA HACIÉNDO PERDER POCO A POCO LA CONCIENCIA, QUE ME ESTABA SUMERGIENDO EN LAS PROFUNDIDADES DE LA MISMA MUERTE PLÁCIDA DE LOS CADÁVERES QUE ME RODEABAN.
LO DESCUBRÍ, LOGRÉ DESCIFRAR EL MISTERIO, AUNQUE YA ERA DEMASIADO TARDE PARA MÍ...