EN ESTOS CURAS, EN ESTA IGLESIA, SÍ CREO YO, EN LOS OTROS Y EN LAS OTRAS, NO.
DESDE EL CARIÑO DE HABER COMPARTIDO TANTOS AÑOS DE TRABAJO JUNTOS, HE ELABORADO ESTE TRABAJO DE INVESTIGACIÓN PARA TI. SÉ QUE ERES UNA MUJER BUENA Y CON MUCHO ARTE, QUE ERES FUERTE, ENTREGADA, TRABAJADORA Y VALIENTE Y QUE CREES.
MUCHA SUERTE Y QUE ESTA VIDA RECOMPENSE A LOS JUSTOS ANTES DE LLEGAR A ESA OTRA EN LA TÚ CONFÍAS.
UN BESO MUY FUERTE DE UN AMIGO.
"Diamantino García Acosta
Diamantino García Acosta. Nació en Ituero de Azaba (Salamanca) en 1943, pero pronto se traslada con su familia a Sevilla, donde transcurre su vida, aunque su actividad de sindicalista y sacerdote comprometido hizo de él un hombre itinerante.
Tras estudiar bachillerato ingresó en el Seminario donde se hizo sacerdote, lo que sin duda le marcó para siempre. Fue enviado a la zona de la Sierra Sur de Sevilla, una comarca más de la Andalucía abandonada en que los obreros del campo sufren la injusticia, la incomprensión y la indignidad y que le hizo decir que “la lucha de los jornaleros está causada por una injusticia que viene de lejos. La tierra está en manos de unos pocos que usan y abusan de un bien social de todos”.
Fue un obrero más entre ellos. Recogió aceituna, algodón, les acompañó a Francia a la vendimia y a Navarra a la recogida de espárragos. Asistió al dolor y al sufrimiento humano de los pobres, de los más necesitados, pero también luchó por unas nuevas estructuras sociales que permitieran desterrar la injusticia y la opresión.
En 1976 y junto con otros trabajadores fundó el Sindicato de Obreros del Campo (SOC), alternativa en la línea radical de una reforma de las estructuras, que beneficie a las clases más pobres, a los jornaleros sin tierra... en su lucha destacan ciertas acciones concretas como la marcha hacia las capitales, las ocupaciones de tierras y las huelgas de hambre.
Diamantino García fue sin duda un hombre profético y solidario; un “insobornable defensor de los débiles” que se entregó generosamente a la gente sencilla, dando continuo testimonio evangélico.
Fue presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos en Andalucía, a la que dio un singular impulso, destacando su lucha a favor de los inmigrantes. Su actividad humanitaria la compaginaba con su labor como párroco de la localidad de Los Corrales y Martín de la Jara (Sevilla).
Fue propuesto como Defensor del Pueblo Andaluz por la Junta de Andalucía, cargo que su modestia le hizo rechazar.
Falleció en Sevilla el 10 de febrero de 1995 a los cincuenta y un años de edad, recibiendo el homenaje no sólo de los suyos, los pobres, los desheredados y los jornaleros, sino de la clase política en general."
En estas duras horas de Lucha y Sacrificio, seguimos recordándote DIAMANTINO
Queremos recuperar un texto escrito por Diego Cañamero y leído en uno de los homenajes anuales a nuestro querido compañero Diamantino García Acosta.
Diamantino vive, la lucha sigue
Diego Cañamero
Han pasado muchas cosas, Diamantino, desde aquel día fatídico en que nos dejaste huérfanos de tu palabra y de tus silencios tan elocuentes, de tu rebeldía sin ira y de tus sueños. Desde aquel maldito día en el que, como dijo nuestro amigo Carlos Cano, quedaron huérfanos los moros, los sudacas, los negros, los cobrizos y los gitanos. Y nosotros, los jornaleros y jornaleras. Los que tuvimos la suerte de compartir contigo el pan del trabajo y la sal de la lucha por una Andalucía mejor. Han pasado muchas cosas pero tu recuerdo sigue instalado en todos nosotros. Sigue presente el hueco que dejaste con tu ausencia. Porque tu recuerdo como ayer tu voz, nos llama a seguir peleando por nuestros derechos y también por los derechos de todos aquellos que llegan a nuestra tierra huyendo de una miseria que no hace tanto tiempo nosotros conocimos. Porque tu nos enseñaste a reconocer como a iguales a los hombres y a las mujeres por el brillo desamparados de sus miradas y en sus manos encallecidas.
Hoy como ayer, Diamantino, seguimos reclamando esas utopías preñadas de realidades que nos hace imaginar un mundo en el que nadie sea más que nadie por títulos y linajes, que la sangre de los inocentes no cotice en la bolsa ni sirva para engordar fortunas, en el que solo puedas llevarte a la boca el pan que seas capaz de ganar con tu sudor. Un mundo en el que, como tu dijistes, “la mitad no se muera de hambre mientras la otra mitad se muere de colesterol”.
Sabemos Diamantino que no te faltaron peonadas de lucha y de sacrificio por los pobres que presentar a tu Dios. Desde donde estés, sabemos de tu alegría en cada nueva sede que el SOC abre en Andalucía, en cada visita a un tajo donde no se cumplan los derechos. Porque el SOC, como tu querías, estamos en los invernaderos de Almería y en los campos de fresa de Huelva, en los olivares de Jaén y en la vendimia en Francia o en la Mancha. En los hoteles en Mallorca o en las obras de la Costa del Sol, reivindicando tierras para cooperativas o exigiendo el Plan Forestal Andaluz, apoyando la lucha saharahui y denunciando a los criminales que se enriquecen con las guerras.
Hoy como ayer, Diamantino, luchamos para que se cumplan las promesas de quienes nos gobiernan y que, en una Andalucía que presume de modernidad, no quepan tantas injusticias. Para que retiren las leyes que nos tratan como ciudadanos de segunda categoría, para que en la construcción de una Europa sin fronteras puedan más los derechos de los trabajadores que los de los mercaderes que esquilman nuestra tierra. Este es hoy, como ayer, nuestro compromiso. Y en esa lucha tu recuerdo, Diamantino, sigue siendo nuestro aliento."
Diamantino vive, la lucha sigue
Diego Cañamero
Han pasado muchas cosas, Diamantino, desde aquel día fatídico en que nos dejaste huérfanos de tu palabra y de tus silencios tan elocuentes, de tu rebeldía sin ira y de tus sueños. Desde aquel maldito día en el que, como dijo nuestro amigo Carlos Cano, quedaron huérfanos los moros, los sudacas, los negros, los cobrizos y los gitanos. Y nosotros, los jornaleros y jornaleras. Los que tuvimos la suerte de compartir contigo el pan del trabajo y la sal de la lucha por una Andalucía mejor. Han pasado muchas cosas pero tu recuerdo sigue instalado en todos nosotros. Sigue presente el hueco que dejaste con tu ausencia. Porque tu recuerdo como ayer tu voz, nos llama a seguir peleando por nuestros derechos y también por los derechos de todos aquellos que llegan a nuestra tierra huyendo de una miseria que no hace tanto tiempo nosotros conocimos. Porque tu nos enseñaste a reconocer como a iguales a los hombres y a las mujeres por el brillo desamparados de sus miradas y en sus manos encallecidas.
Hoy como ayer, Diamantino, seguimos reclamando esas utopías preñadas de realidades que nos hace imaginar un mundo en el que nadie sea más que nadie por títulos y linajes, que la sangre de los inocentes no cotice en la bolsa ni sirva para engordar fortunas, en el que solo puedas llevarte a la boca el pan que seas capaz de ganar con tu sudor. Un mundo en el que, como tu dijistes, “la mitad no se muera de hambre mientras la otra mitad se muere de colesterol”.
Sabemos Diamantino que no te faltaron peonadas de lucha y de sacrificio por los pobres que presentar a tu Dios. Desde donde estés, sabemos de tu alegría en cada nueva sede que el SOC abre en Andalucía, en cada visita a un tajo donde no se cumplan los derechos. Porque el SOC, como tu querías, estamos en los invernaderos de Almería y en los campos de fresa de Huelva, en los olivares de Jaén y en la vendimia en Francia o en la Mancha. En los hoteles en Mallorca o en las obras de la Costa del Sol, reivindicando tierras para cooperativas o exigiendo el Plan Forestal Andaluz, apoyando la lucha saharahui y denunciando a los criminales que se enriquecen con las guerras.
Hoy como ayer, Diamantino, luchamos para que se cumplan las promesas de quienes nos gobiernan y que, en una Andalucía que presume de modernidad, no quepan tantas injusticias. Para que retiren las leyes que nos tratan como ciudadanos de segunda categoría, para que en la construcción de una Europa sin fronteras puedan más los derechos de los trabajadores que los de los mercaderes que esquilman nuestra tierra. Este es hoy, como ayer, nuestro compromiso. Y en esa lucha tu recuerdo, Diamantino, sigue siendo nuestro aliento."
"
http://www.antonioburgos.com/antologia/retratos/antdimantino.html
SI TIENES LA OPORTUNIDAD ESCUCHA LA CANCIÓN TITULADA "DIAMANTINO", QUE PEPE SUERO CANTA EN SU DISCO "ANDALUCÍA EN LA MEMORIA". LA LETRA ES DE SÁNCHEZ PERNÍA Y LA MÚSICA DE PEPE SUERO (he intentando encontrarla en internet; pero no lo he conseguido).
4 comentarios:
He de decir que, pese a la animadversión que me producen los religiosos en general (y los sacerdotes en particular), admito que no todos están cortados con la misma tijera; este hombre es fiel muestra de ello.
Saludos Enfermos.
GRACIAS, DIABLO, POR TUS PALABRAS. YO TAMBIÉN DEJÉ DE SER CREYENTE; PERO GENTE COMO ESTE CURA Y MUCHOS OTROS, COMPROMETIDOS CON EL PUEBLO, CON LOS QUE SUFREN, CON LOS QUE LOS AMARICANITOS YANKIS LLAMAN PERDEDORES, TE HACEN PENSAR Y ADMIRAR SU FORTALEZA INQUEBRANTABLE. EN NICARAGUA CONOCÍ A ERNESTO Y FERNANDO CARDENAL, QUE PARA MÍ SON DOS GRANDES MUESTRAS DE COMPROMISO SOCIAL. UN ABRAZO, LUCIFER. A TI ME ENCOMIENDO.
Estos son los auténticos cristianos. Sibien soy ateo, y fui antes cura, tengo amigos como éste que cuya historia has relatado, que siguen creyendo, pero en Jesús y lo que él predicó, no en la Iglesia y sus jerarcas. Tabajan junto a los pobres, y buscan dar la máxima felicidad en esta tierra, sin tener que esperar a la otra, y siguen las enseñanzas de aquel que convivió con los pobres, como uno más y que disfrutó de la vida y de la alegría de la misma, no de su muerte y su pasión.
Saludos, y un abrazo.
CARLOS, ME EMOCIONAN TUS PALABRAS. PARECE QUE EL MUNDO NO ESTÁ AÚN PERDIDO. CON GENTE ASÍ, QUE NUNCA SE DESANIMAN, NUNCA TIRAN LA TOALLA, AL MENOS TENEMOS ASEGURADA LA LUCHA. UN ABRAZO
Publicar un comentario