SOÑÉ QUE GRITABA HASTA RAJARME LA GARGANTA. NO RECUERDO QUÉ DECÍA. SOLO SÉ QUE NECESITABA HACERLO, QUE ALGO DENTRO DE MÍ TENÍA QUE SALIR FUERA PORQUE
ME HACÍA DEMASIADO DAÑO.
CUANDO DESPERTÉ CREÍ QUE HABÍA ALARMADO AL VECINDARIO; PERO MI BOCA ESTABA SELLADA. NADA HABÍA SALIDO DE MÍ. LO QUE FUERA AÚN ESTABA CONMIGO, HURGANDO CON LAS UÑAS MI DOLOR.
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