viernes, 27 de febrero de 2009

CAPÍTULO 13 DE "LUIS FERNANDO Y SU NUEVA VIDA"


Y LUIS VOLVIÓ. DESPUÉS DE TANTO TIEMPO SIN SABER DE ÉL, LLAMARON UN DÍA A MI PUERTA, A UNA HORA INTEMPESTIVA, Y ALLÍ ESTABA FRENTE A MÍ. ME COSTÓ RECONOCERLO. SE HABÍA DEJADO EL PELO LARGO Y UNA ESPESA BARBA. VESTÍA DESALIÑADO.

SE ME ESTABA ESCAPANDO DE LAS MANOS. ESTE PERSONAJE DE MI INVENCIÓN YA NO ME NECESITABA, ERA TOTALMENTE AUTÓNOMO, HACÍA LO QUE QUERÍA Y CUANDO QUERÍA. PASABA TOTALMENTE DE MÍ, SU CREADOR. NO TENÍA CONTROL SOBRE ÉL. AHORA ERA ÉL EL QUE DECIDÍA CUANDO , COMO Y DONDE VERME. ME SENTÍA MANIPULADO POR MI PERSONAJE. SENTÍA QUE ÉL HABÍA TOMADO LAS RIENDAS DE SU HISTORIA Y NO ESTABA DISPUESTO A DEJARSE LLEVAR POR MIS DECISIONES.

AHÍ LO TENÍA FRENTE A MÍ Y NO SABÍA QUÉ DECIRLE. FUE ÉL EL QUE TOMÓ LA INICIATIVA Y ME CONTÓ EL MOTIVO DE SU PROLONGADA AUSENCIA Y EL DE SU REPENTINA PRESENCIA. HABÍA DECIDIDO ESCRIBIR SOBRE MÍ Y UTILIZAR MIS CUADROS PARA ILUSTRAR SUS RELATOS. EL TIEMPO QUE HABÍA ESTADO EN LA MONTAÑA ESTUVO PINTANDO HASTA LA EXTENUACIÓN. SE HABÍA VACIADO TOTALMENTE Y ESTABA SECO DE IDEAS. VIO QUE ERA EL MOMENTO DE DEJARLO APARCADO TEMPORALMENTE. YA LO RETOMARÍA CUANDO SE HARTARA DE ESCRIBIR MI HISTORIA.

NO PODÍA CREÉRMELO. MI PERSONAJE SE QUERÍA CONVERTIR EN MI CREADOR. LUIS, METIDO A ESCRITOR, QUERÍA CONTAR MI VIDA. EN UN PRINCIPIO SENTÍ UN GRAN RECHAZO A SU IDEA. SENTÍ COMO SI FUERA A DESNUDARME DELANTE DE TODO EL MUNDO. ME DIO MIEDO QUE LA GENTE SUPIERA DE MÍ MÁS QUE YO MISMO.

LE PEDÍ QUE ME DIERA TIEMPO, QUE NECESITABA PENSARLO, QUE ME SENTÍA ATURDIDO PARA RESPONDERLE EN ESE MISMO MOMENTO.

ME DIJO QUE ME DABA HASTA MAÑANA PARA PENSARLO Y DECIDIRME A DARLE MI AUTORIZACIÓN, PERO QUE, CON O SIN MI CONSENTIMIENTO, ESTABA DISPUESTO A ESCRIBIR SOBRE MÍ Y DIFUNDIR MI OBRA PLÁSTICA, QUE YO NO PODRÍA IMPEDÍRSELO, QUE ESTABA DECIDIDO Y QUE NO PENSABA DAR MARCHA ATRÁS.

SE DIO LA VUELTA Y, DICIÉNDOME ADIÓS CON UNA MANO, SE ALEJÓ CALLE ABAJO HASTA QUE LO PERDÍ DE VISTA. NO PODÍA CREER LO QUE ME ESTABA OCURRIENDO, PARECÍA UN MAL SUEÑO, PENSÉ QUE ME DESPERTARÍA DE UN MOMENTO A OTRO, CUBIERTO DE SUDOR, SOBRE MI CAMA; PERO NO FUE ASÍ. PASÓ EL MOMENTO, ME PELLIZQUÉ FUERTE Y SENTÍ UN GRAN DOLOR, PERO NO DESPERTÉ DE NINGÚN SUEÑO. ESTABA DESPIERTO Y BIEN DESPIERTO. TODO HABÍA SIDO REAL.

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