domingo, 20 de julio de 2008

CAPÍTULO 4 DE "LUIS FERNANDO Y SU ESTÚPIDA VIDA"




ESTABA QUE SE COMÍA POR DENTRO. ¡QUÉ MALA TARDE PASÓ HASTA PODER IRSE A SU CASA! ¡CÓMO ODIABA A SU MIERDOSO DE JEFE Y QÚE CORAJE TENÍA CON ÉL MISMO POR SER TAN CAGÓN! MIERDOSO-CAGÓN. NO, SI AL FINAL ESTABAN HECHOS EL UNO PARA EL OTRO.


POR FIN LLEGÓ LA HORA DE LA SALIDA. ESA TARDE NO VOLVIÓ PASEANDO, COMO DE COSTUMBRE. ESA TARDE SALIÓ COMO UN REGILETE. ESA TARDE NO ESCUCHÓ NI A LOS PÁJAROS, NI A LOS GRILLOS, NI A LOS COCHES,... SÓLO A SU CONCIENCIA, MACHACÁNDOLO HASTA LA TORTURA. CUANDO LLEGÓ A SU CASA SE SENTÍA DERROTADO, DESTROZADO, COMO SI LE HUBIERAN VIOLADA TREINTA MARINES RAPADOS. ESTABA MUERTO. ESA NOCHE NI SE COMIÓ LA ESTUPENDA CENA QUE LE HABÍA PREPARADO SU MAMITA. ¡ELLA SÍ QUE ERA BUENA Y NOBLE!.SE TUMBÓ SOBRE LA CAMA Y NO CONSIGUIÓ NI DESNUDARSE. SE QUEDÓ FRITO COMO UN PAJARITO.


ALLÍ ESTABA DE NUEVO SU HERMOSA PRINCESA, AÚN ESTABA DORMIDA SOBRE LA HIERBA. ESTABA ATARDECIENDO Y COMENZABA A REFRESCAR. LA DESPERTÓ CON UN SUAVE BESO EN LOS LABIOS. ELLA LO MIRÓ Y LE SONRIÓ.¡TENÍA LA SONRISA MÁS HERMOSA QUE JAMÁS HABÍA VISTO! NO ERA UNA PRINCESA, ERA UNA REINA, UNA EMPERATRIZ. SE LEVANTÓ CON LA MAYOR DE LAS GRACIAS POSIBLES, LE DIO LA MANO Y LO CONDUJO A SU PALACIO POR UN CAMINO BORDEADO DE ROSAS BLANCAS, JAZMINES Y NARDOS. EL PALACIO TENÍA UNAS ALTAS TORRES QUE SE ESCONDÍAN EN LAS NUBES, UNAS ALARGADAS VENTANAS OJIVALES CUBIERTAS POR COLORIDAS VIDRIERAS. LLEGARON A LA PUERTA Y ESTAS SE ABRIERON SIN HACER NI DECIR NADA- ESTE PAÍS ES MARAVILLOSO: NO HAY QUE HABLAR PARA CONSEGUIR LAS COSAS QUE DESEAS´, SÓLO CON PENSARLAS SE REALIZAN- FRENTE A ELLOS UNA ANCHA ESCALERA LOS INVITABA A SUBIR AL PRIMER PISO. EL AIRE, EL OLOR, EL SILENCIO LOS LLEVÓ A UNA HABITACIÓN AMPLIA ADORNADA CON UN GUSTO EXQUISITO. EN EL CENTRO DE LA HABITACIÓN HABÍA UNA HERMOSA CAMA CUBIERTA CON LARGOS VELOS DE SEDA DE COLORES SUAVES. SU PRINCESA SE RECOSTÓ Y LE ALARGÓ SU BRAZO INVITÁNDOLO A ACOSTARSE JUNTA A ELLA. SE ABRAZARON, SE BESARON CON LA MAYOR DE LAS TERNURAS, SE ACARICIARON TODO EL CUERPO, SE AMARON HASTA EL AGOTAMIENTO, AGOTAMIENTO, AGOTAMIENTO,...ASÍ SE LEVANTÓ A LA MAÑANA SIGUIENTE: AGOTADO, AGOTADO; PERO FELIZ. POR FIN TENÍA ALGO EN SU VIDA QUE MERECÍA LA PENA, POR FIN ALGO CONSEGUÍA HACER AÑICOS SU RUTINARIA Y ESTÚPIDA VIDA, AUNQUE FUERA UN SUEÑO. ¡EL SUEÑO MÁS MARAVILLOSO DE SU VIDA!


ESA MAÑANA LLEGÓ A SU OFICINA CON UNA SONRISA EN LOS LABIOS QUE NADIE SUPO COMPRENDER Y MENOS SU JEFE.

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