lunes, 5 de julio de 2010

AQUEL DÍA


AQUEL DÍA SE LEVANTÓ CON UNA SENSACIÓN DIFERENTE RECORRIÉNDOLE EL CUERPO. AQUEL DÍA SE SUBIÓ AL AUTOBÚS SIN PENSARLO -SIEMPRE HABÍA IDO A SU TRABAJO PASEANDO. LE ENCANTABA QUE EL AIRE FRESCO DE LA MAÑANA TERMINARA DE DESPERTARLO-. AQUEL DÍA LLEGÓ A SU OFICINA Y, SIN SALUDAR A NADIE, SE SENTÓ FRENTE A SU ORDENADOR, AGARRÓ LA MONTAÑA DE EXPEDIENTES QUE TENÍA EN UNA ESQUINA DE LA MESA Y NO LEVANTÓ LA CABEZA HASTA TERMINAR DE REVISARLOS TODOS. FUE ENTONCES CUANDO SE DIO CUENTA QUE ESTABA LLOVIENDO, QUE NO HABÍA DEJADO DE LLOVER EN TODA LA MAÑANA, FUE ENTONCES CUANDO SE DIO CUENTA QUE TODOS SUS COMPAÑEROS LO OBSERVABAN CON INQUIETUD. ¿QUÉ ESTABA PASANDO? ¿POR QUE ATRAÍA HOY TANTO LA ATENCIÓN DE UNA GENTE QUE SIEMPRE LO HABÍA IGNORADO?. SE LEVANTÓ Y SE FUE DIRECTO AL SERVICIO, QUERÍA VERSE EN EL GRAN ESPEJO QUE HABÍAN INSTALADO EN ÉL, QUERÍA DESCUBRIR ESE ALGO QUE HOY LO HACÍA DIFERENTE Y ATRAÍA TANTAS MIRADAS. SE QUEDÓ SIN PALABRAS. UNA EXPRESIÓN DE TERROR ABARCÓ TODO SU ROSTRO Y TODO SU CUERPO. ¿QUÉ LE ESTABA OCURRIENDO? ¿DÓNDE ESTABA ÉL? ¿DÓNDE ESTABA AQUELLA FIGURA QUE SIEMPRE HABÍA VISTO EN LOS ESPEJOS? ¿QUIÉN O QUÉ ERA ESO QUE ESTABA CONTEMPLANDO?

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