TENGO QUE RENUNCIAR A TI
A TU PRESENCIA CADA NOCHE EN MI CAMA
A TU DULCE VOZ
A TUS PENETRANTES E INQUIETOS OJOS DE ARDILLA
A LA CARNOSIDAD DE TUS LABIOS
AL DESEO MÁS ÍNTIMO DE ABRAZARTE
A LA LUZ QUE DEJA EN MÍ TU MIRADA
A LA PAZ A LA QUE ME ARRASTRAN TUS PALABRAS
AL DESCONSUELO MÁS INMENSO QUE SUPONE PERDERTE
Y RENUNCIAR A TI.
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